Se habla mucho
últimamente de la agricultura ecológica, primero debemos saber en qué consiste.
Este tipo de agricultura es un sistema para cultivar autónomamente basada en la
utilización óptima de los recursos naturales a nuestro abasto, sin emplear
productos químicos sintéticos, u organismos modificados genéticamente, ni para
fertilizar o tratar, ni para proteger, logrando de esta forma obtener frutas y
verduras orgánicas, conservando un terreno fértil, siendo además correctos con
el medio natural de forma sostenible.
Pero qué medidas
podemos tomar para fertilizar tratar o proteger... Pues aquí van algunas de
ellas:
Fertilizar y tratar
Tres principios
básicos regulan estas palabras en cuanto agricultura orgánica se refiere:
Añadir abono orgánico
→ se puede aportar un compost orgánico a un
mantillo mediante un compostador propio (recipiente o depósito, con las
características adecuadas para realizar la práctica del compostaje, es decir,
la transformación de los residuos orgánicos en compost, a nivel doméstico) o
añadiendo un abono a base de compost verde, estiércoles, algas o orujo de
oliva.
Usar productos y remedios de tratamiento ecológico →
(contra las enfermedades durante el crecimiento y sólo si aparecen problemas).
Son un buen método para tratar nuestros
cultivos sin saturarlos de químicos. Como ejemplos: el extracto de ajo es
biodegradable y sirve para repeler la mosca blanca, los pájaros y distintos
tipos de chupadores. También una solución de tabaco de pipa para repeler
ciertas plagas de hormigas que crían pulgones en nuestros cultivos.
La lucha integrada → se practica con depredadores de nuestras plagas como por ejemplo
larvas de mariquita (se venden en los viveros o centros de jardinería). Con
este método combatiremos los insectos que parasitan en el momento que aparecen.
Proteger
Para proteger nuestros cultivos podemos usar dos métodos muy
efectivos:
Redes de maya fina o tulipas →
las
redes finas evitan que picoteen los pájaros las semillas y al mismo tiempo evitan que los insectos
voladores pongan sus huevos en las verduras poniéndola por encima del campo o
las verduras con tutores (cañas guía como las usadas en las tomateras) y así
evitar que se hunda la maya en la tierra.
Por otra parte podemos reutilizar las tulipas viejas de las lámparas
de casa para proteger nuestros cultivos de babosas y heladas.
Asociación de cultivos → Evitando el cultivo de una única especie, al diversificar las
especies plantadas se dificulta la aparición de plagas, utilizando para ello
una adecuada rotación y asociación en los campos. Algunos ejemplos son:
Ajos + Tomates + Cebollas +
Zanahorias: el ajo protege al tomate de mildiu y la
cebolla actúa contra la mosca de la zanahoria.
Albahaca o Perejil
+ Pimientos, Tomates o Berenjenas: mejora el crecimiento y el sabor de las hortalizas. Contra
mosquitos, mosca blanca, chinches y pulgones en pimientos, tomates y
berenjenas.
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